Lu Cuntaden 2018 Rabasco

Lu Cuntaden 2018 – Rabasco

Descripción General

El Lu Cuntaden 2018 de Rabasco es un Montepulciano d’Abruzzo natural y artesanal, elaborado con fermentación espontánea y corta maceración en depósitos abiertos. Las uvas provienen del viñedo “Filare” en Pianella, Pescara, sobre suelos arcillo-calcáreos, que aportan estructura, mineralidad y equilibrio. Sin sulfitos añadidos, el vino es auténtico y refleja fielmente el terruño abruzzés.

Historia del Vino

El proyecto Lu Cuntaden refleja la filosofía de Rabasco de respetar las viñas antiguas y las variedades locales. La cosecha es manual y procede del viñedo “Filare”, gestionado de manera tradicional, preservando la salud del suelo y la biodiversidad. La añada 2018 permitió obtener uvas sanas y maduras, perfectas para un Montepulciano equilibrado, expresivo y genuino.

Filosofía en el Viñedo

Las viñas crecen en contrada San Desiderio, en suelos arcillo-calcáreos que favorecen la frescura y la tensión del vino. La viticultura sigue principios biológicos y biodinámicos, sin productos químicos de síntesis. La selección manual asegura que solo se vinifiquen los mejores racimos, respetando la biodiversidad local.

Enfoque en la Bodega

La vinificación incluye pisado suave, fermentación espontánea y breve maceración en depósitos abiertos, sin control de temperatura, clarificación ni filtración. La crianza en depósitos de acero mantiene la frescura, vitalidad y el carácter auténtico del Montepulciano. No se añaden sulfitos.

Notas de Cata

Color: Rojo rubí brillante.
Nariz: Notas animales delicadas se combinan con mermelada de fresa silvestre, pimienta negra y laurel.
Boca: Ágil y fresco, con taninos equilibrados y textura suave y agradable.

Maridajes

Ideal con sopas densas de pasta variada, legumbres, verduras de primavera, hierbas aromáticas y platos de cerdo. Servir a 15-17 °C.

Ficha Técnica

• Productor: Rabasco

• Añada: 2018

• Región: Abruzzo – Italia

• Denominación: Montepulciano d’Abruzzo DOC

• Variedad: Montepulciano d’Abruzzo

• Vinificación: Pisado suave, fermentación espontánea, breve maceración en depósitos abiertos

• Crianza: Depósitos de acero

• Graduación alcohólica: 12%

• Filosofía: Natural, artesanal, sin sulfitos añadidos

• Formato: 0,75 L

• Alérgenos: Contiene sulfitos

Cantina Rabasco – Vinos Naturales entre la Majella y el Gran Sasso

Historia

No todas las historias comienzan con “érase una vez” y no todos los protagonistas son personas. La historia de Rabasco nace en las colinas de los Abruzos, abrazadas por la Majella, la montaña madre, y el Gran Sasso, que aquí se muestra como la silueta dulce de una Bella Durmiente. A lo lejos, el mar Adriático abre el horizonte y completa un paisaje de gran belleza. Fue en este entorno, cuando el viñedo ya tenía 40 años, que llegó Iole Rabasco. Con formación en derecho, decidió cambiar de vida y dedicarse a la tierra, con el objetivo de dejar un legado positivo y duradero.

Filosofía en el Viñedo

El corazón del proyecto son sus viñedos: 11 hectáreas cultivadas primero de manera orgánica y hoy mediante agricultura biodinámica, siguiendo los ritmos de la naturaleza y respetando los ciclos vitales del suelo. El objetivo no es solo obtener uvas sanas, sino también mantener la fertilidad, preservar la biodiversidad y proteger el entorno. Para Iole, esta decisión es un acto de compromiso: contribuir a un futuro mejor y más sostenible para las próximas generaciones.

Enfoque en la Bodega

En la bodega, la filosofía es la misma: fermentaciones espontáneas con levaduras indígenas, sin clarificación ni filtración, y con adiciones mínimas o nulas de sulfitos. Este enfoque respetuoso permite que el vino exprese con sinceridad su autenticidad y su vínculo con el territorio. Cada botella se convierte así en el relato de los Abruzos, de sus colinas, sus montañas y su gente.

Un Nuevo Comienzo

Del encuentro entre la viña e Iole nace un pacto silencioso: la viña ofrece frutos generosos y ella los transforma en un vino capaz de viajar lejos, transmitiendo la identidad sincera de sus uvas. Pero la historia no termina aquí. Cada copa de Rabasco es un nuevo comienzo, escrito junto a quienes deciden degustarlo con espíritu crítico y corazón abierto. Una invitación a vivir el vino no solo como bebida, sino como una experiencia auténtica de naturaleza y humanidad.