Jacuzzo 2022 – Vin de France (Syrah & Garnacha) | Domaine de l’Agramante

Overview

El Jacuzzo 2022 es un tinto elegante y vibrante, fruto de la unión de dos grandes variedades del Ródano: Syrah (70%) y Garnacha (30%), procedentes de viñas viejas seleccionadas. Con una producción muy limitada de 800 botellas, es un vino verdaderamente artesanal. Cada variedad y parcela se vinifica por separado, y el ensamblaje se realiza después de la fermentación maloláctica. La crianza entre acero inoxidable y grandes demi-muids usados aporta un equilibrio perfecto entre pureza frutal, especias y taninos refinados. Jacuzzo refleja el carácter de las terrazas franco-arenosas y el enfoque paciente del Domaine de l’Agramante.

Un mosaico de uvas y parcelas

El Jacuzzo 2022 nace de un trabajo meticuloso en el viñedo. La vinificación por parcelas de Syrah y Garnacha permite preservar la identidad de cada suelo y variedad. La Syrah aporta su carácter especiado, estructura y profundidad, mientras la Garnacha, de viñas viejas, ofrece calidez mediterránea, redondez y amplitud aromática. La fusión de ambas variedades da como resultado un vino equilibrado y complejo, que encarna la filosofía del domaine: dejar que la viña se exprese en libertad, sin artificios ni concesiones.

Vinificación: precisión y respeto

La vinificación sigue un camino de rigor y respeto. Tras el despalillado completo, las fermentaciones se llevan a cabo a temperaturas controladas, garantizando frescura aromática y extracción precisa. La maceración de 14 días extrae taninos suaves y aromas intensos sin excesos. Cada variedad realiza por separado la fermentación maloláctica, y solo después se realiza el ensamblaje. Este paso decisivo define el estilo de Jacuzzo, armonizando elegancia y profundidad. Se trata de un proceso basado en la paciencia y la escucha del vino en evolución.

Crianza entre acero y madera grande

Una de las características distintivas de Jacuzzo es su doble crianza: nueve meses en acero inoxidable, que conservan la frescura y pureza, seguidos de doce meses en demi-muids de 2017. La madera grande y usada permite una microoxigenación delicada sin marcar en exceso el vino con notas amaderadas. El objetivo es dar complejidad y suavidad, no enmascarar. El resultado es un tinto con equilibrio entre vivacidad y profundidad, un vino puro y expresivo, pensado para envejecer con gracia.

Estilo y carácter del Jacuzzo 2022

En copa, Jacuzzo 2022 presenta un color rubí intenso con reflejos violáceos. En nariz surgen frutos rojos maduros, pimienta negra, hierbas mediterráneas y notas sutiles de grafito y humo. En boca es elegante y estructurado, con taninos sedosos y un final largo, fresco y mineral. El diálogo entre la calidez de la Garnacha y la precisión de la Syrah crea un vino versátil, ideal para acompañar carnes rojas, platos especiados y quesos curados. Un vino que se disfruta tanto hoy como en el futuro.

Una producción limitada y artesanal

Con solo 800 botellas producidas, Jacuzzo 2022 es sinónimo de rareza y artesanía. Cada detalle, desde la vendimia manual hasta la crianza cuidada, refleja la filosofía del Domaine de l’Agramante: elaborar vinos auténticos, sostenibles y fieles a su origen. Esta rareza no es solo cuantitativa, sino cualitativa: Jacuzzo es un vino hecho para quienes buscan emoción, profundidad y autenticidad en cada copa.

📌 Ficha técnica – Jacuzzo 2022

• Región: Ródano

• Variedades: 70% Syrah, 30% Garnacha (viñas viejas)

• Denominación: Vin de France

• Suelo: terrazas franco-arenosas

• Vendimia: manual

• Vinificación: parcelas y variedades separadas, despalillado, fermentación a temperatura controlada, maceración 14 días, ensamblaje tras maloláctica

• Crianza: 9 meses en acero + 12 meses en demi-muid (2017)

• Producción: 800 botellas

Domaine de l’Agramante – La historia de un sueño

El Domaine de l’Agramante nació en 2018 en Sabran, en el sur del Valle del Ródano, como resultado de un camino personal antes que agrícola. En el centro de esta historia está Carlo La Rocca, un joven ingeniero siciliano que, tras quince años en la industria petroquímica, sintió la necesidad de cambiar radicalmente su vida.

La búsqueda de libertad, el deseo de autenticidad y la atracción hacia el mundo del vino—cultivada en silencio hasta entonces—se convirtieron en una llamada imposible de ignorar. Así, Carlo abandonó una carrera ya consolidada para abrazar la incertidumbre con valentía, convencido de que el trabajo de la tierra podía devolverle un sentido más profundo al tiempo y a la vida.

El nombre de la bodega encierra raíces emocionales y culturales: Agramante es el Rey de África descrito por Ariosto en Orlando Innamorato, un personaje poderoso y salvaje que, para Carlo, evoca tanto los relatos de su padre a su regreso de numerosos viajes a África como el teatro de marionetas sicilianas que marcó su infancia.

La elección de este nombre no fue casual: Agramante simboliza la unión entre imaginación y libertad, recuerdos de la niñez y espíritu de aventura. Dar este nombre al domaine significa enlazar su historia personal con su visión: elaborar vinos que cuentan historias, que guardan memoria y que transmiten una identidad profundamente personal.

La metamorfosis de ingeniero a viticultor no nació de la improvisación, sino de una formación rigurosa. Carlo estudió durante dos años en Beaune, el corazón de la viticultura borgoñona, donde adquirió conocimientos técnicos y afinó su sensibilidad.

Un papel decisivo lo desempeñó la familia Thibon-Maccagno de Mas de Libian, reconocidos viticultores del Ródano que lo acogieron en su bodega y le permitieron vinificar allí durante dos años. Esta colaboración fue más que un apoyo práctico: fue un verdadero aprendizaje, donde Carlo aprendió a respetar la tierra, a cuidar los detalles y a crear coherencia entre el viñedo y la botella. Lecciones que marcarían profundamente la identidad del Domaine de l’Agramante.

Filosofía en la viña

Desde un punto de vista agronómico, la finca ha crecido rápidamente pero siempre en coherencia con sus principios de sostenibilidad. En 2019 pasó de 1,2 a 4,25 hectáreas de viñedos, situados en terrazas de suelo franco-arenoso y limoso. La vitalidad del suelo se mantiene mediante abonos verdes, que enriquecen la tierra y mejoran su estructura.

Los tratamientos se reducen al mínimo indispensable, limitados al cobre y al azufre cuando es estrictamente necesario. En la viña todo se realiza de forma manual y respetuosa, con vendimia en pequeñas cajas que permiten una selección precisa de los racimos y preservan la integridad de la uva, garantizando así vinos de gran calidad y expresión.

Enfoque en la bodega

La vinificación responde a la misma filosofía de respeto y precisión. Tras el despalillado completo, las uvas se estrujan parcialmente para preservar la frescura y el potencial aromático. Durante la fermentación, el mosto se somete a remontados diarios, extrayendo suavemente color, taninos y compuestos aromáticos sin forzar el equilibrio.

La maceración nunca supera los doce días, reflejo de la intención de Carlo de priorizar la finura y la bebilidad frente a la potencia. La fermentación alcohólica es seguida de manera espontánea por la fermentación maloláctica, que aporta suavidad y armonía.

Una vez finalizada, el vino se separa de las lías más gruesas, pero permanece en contacto con las lías finas, que lo nutren y enriquecen durante la crianza. La clarificación se produce de manera natural por sedimentación, sin intervenciones invasivas.

Solo antes del embotellado se añade una mínima dosis de sulfuroso, entre 10 y 15 mg/L, suficiente para garantizar estabilidad sin alterar su pureza. Cada paso, de la viña a la botella, sigue un principio claro: acompañar el vino sin forzarlo, dejando que sea el terroir quien hable.

El resultado es un proyecto joven pero ya dotado de fuerte identidad, capaz de unir la energía mediterránea de Carlo con la tradición artesanal del Ródano. Los vinos del Domaine de l’Agramante destacan por su autenticidad, por el respeto a la materia prima y por su capacidad de transmitir el carácter de los suelos franco-limosos.

No son vinos construidos, sino expresiones vivas y sinceras de un camino humano y cultural: botellas que cuentan la valentía de una elección de vida, el eco de historias familiares y el deseo de libertad que ha guiado a Carlo La Rocca en esta aventura.