ACQUATINTA 2023 – Vino tinto natural del Etna

Acquatinta 2023: la expresión volcánica de Sicilia

Acquatinta 2023 es un vino tinto vivo y auténtico que refleja el espíritu del Etna. Elaborado con 70% Nerello Mascalese y 30% variedades autóctonas como Sangiovese, Minnella Bianca, Carricante y Moscato, combina tradición y frescura. Con solo 2.000 botellas producidas, es un vino que celebra la diversidad del patrimonio vitivinícola siciliano.

Viñedos antiguos y viticultura biológica

Las uvas proceden de viñedos de entre 40 y 80 años, cultivados en suelos volcánicos arenosos. En el versante este, los suelos son más finos y minerales, mientras que en el versante norte predominan los cantos rodados, que aportan estructura y carácter. El cultivo es biológico y natural, con cosecha manual en pequeñas cajas de 15 kg entre finales de septiembre e inicios de octubre.

Vinificación delicada y autenticidad

La vinificación comienza con una fermentación de 48 horas con los hollejos, seguida de unas horas adicionales con orujos de Nerello Mascalese provenientes de vinos de mayor cuerpo. Esta técnica aporta color, frescura aromática y una personalidad vibrante. El vino no se clarifica ni se filtra, y no lleva adición de SO₂, garantizando la máxima pureza natural.

Crianza y estilo de Acquatinta 2023

El vino envejece 6 meses en acero inoxidable, lo que permite conservar su frescura y vivacidad. Presenta aromas de frutas rojas, flores delicadas, hierbas mediterráneas y un final ligeramente salino que recuerda al carácter volcánico del Etna. Es un vino ligero, fácil de beber y perfecto para los amantes de los vinos naturales.

Ficha técnica Acquatinta 2023

• Región: Sicilia – Etna

• Variedades: 70% Nerello Mascalese, 30% autóctonas (Sangiovese, Minnella Bianca, Carricante, Moscato)

• Denominación: Terre Siciliane IGP Rosso

• Suelo: volcánico arenoso (Este), volcánico arenoso con piedras (Norte)

• Edad de viñas: 40–80 años

• Viticultura: biológica, natural

• Vendimia: manual, finales de septiembre–principios de octubre

• Vinificación: 48h con pieles + contacto breve con orujos de Nerello Mascalese

• Crianza: 6 meses en acero inoxidable

• Clarificación / filtración: no

• SO₂ añadido: no

• Producción: 2.000 botellas

Giuseppe Lazzaro

En las laderas orientales del Etna, donde la tierra volcánica negra se encuentra con el mar y los bosques, vive y trabaja Giuseppe Lazzaro junto a su familia. Durante generaciones han cultivado hortalizas, frutas y uvas para el consumo doméstico, pero fue su abuelo – maestro en poda e injertos – quien transmitió a Giuseppe la pasión por la naturaleza y el vino.

Tras años de experiencia con un reconocido productor del Etna, en 2020 Giuseppe decidió emprender su propio camino, dando vida a vinos que expresan su identidad, sus raíces y su sensibilidad hacia el territorio.

Actualmente posee 4,5 hectáreas de viñedos, distribuidas en cuatro municipios:

• Vertiente oriental: Giarre y Milo (700 m s.n.m.), con suelos volcánicos arenosos de origen muy antiguo.

• Vertiente septentrional: Castiglione y Randazzo (550–1.000 m s.n.m.), con suelos más jóvenes y pedregosos formados por lava solidificada.

Los viñedos, con 60–90 años de edad, están conducidos en el sistema tradicional de alberello y plantados exclusivamente con variedades autóctonas: Carricante, Nerello Mascalese, Minnella Bianca, Inzolia y Moscato.

Una filosofía de equilibrio

Para Giuseppe, la valorización y protección del frágil ecosistema del Etna es fundamental. En el centro de esta visión se encuentra la abeja negra siciliana, con la cual también produce miel, aliada esencial en la preservación de la biodiversidad. En sus viñedos conviven árboles frutales, hierbas silvestres y cultivadas, flores, arbustos y hábitats naturales para aves e insectos.

Lava, miel y vino

Cada fase del trabajo, tanto en viñedo como en bodega, sigue una filosofía de mínima intervención:

• todas las operaciones se realizan manualmente, desde la vendimia hasta el prensado;

• en el viñedo, la propóleos de sus abejas se utiliza como tratamiento natural preventivo;

• en bodega, las fermentaciones son espontáneas con levaduras autóctonas;

• la clarificación ocurre de forma natural gracias a las bajas temperaturas invernales.

Los vinos expresan el alma del volcán: puros, minerales, vibrantes y auténticos, fruto de un delicado equilibrio entre el hombre y la naturaleza.