Sequerciani Libello 2020

Libello IGT Toscanaes un vino tinto elaborado por Azienda Agricola Sequerciani en Gavorrano, en la provincia de Grosseto, Toscana. Se obtiene de uvas puras Sangiovese que fermentan espontáneamente con levaduras autóctonas y maceran durante una semana en hormigón. El refinamiento se realiza siempre en cemento durante aproximadamente 9 meses. Libello se embotella sin filtración, clarificación ni adición de dióxido de azufre. Nos gusta porque es dinámico, fresco y exuberante, pura Toscana para beber, y para probar con los embutidos de esta increíble región.

Productor:Sequerciani

Libello IGT Toscana

️ Gavorrano, Toscana, Italia

Empresa Agrícola Sequerciani

sangiovese

2020

️  14,5%

Vino tinto

Vendimia manual, fermentación espontánea con levaduras autóctonas y maceración durante una semana en hormigón; el refinamiento se realiza siempre en cemento durante aproximadamente 9 meses. Se embotella sin adición de azufre, filtración ni clarificación, y reposa en copa durante unos meses.

Aromas florales y vinosos, afrutados y ligeramente balsámicos, minerales y yodados.

Cálido y redondo, generoso y envolvente, suave con taninos amables y un final largo.

Temperatura de servicio 18°-20°

Es el clásico vino de embutido que nunca defrauda.

Es un tinto verdaderamente exuberante, el alcohol está muy bien integrado, casi para no dejar traslucir su graduación.

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Gavorrano (Gr.), Toscana

Sequerciani es una empresa biodinámica certificada Demeter cuya filosofía es absolutamente la de la mínima intervención en el viñedo y en la bodega.

No se añade ni se quita nada, lo que permite que la naturaleza siga su curso. En Sequerciani las uvas simplemente crecen, se convierten en mosto y maduran hasta convertirse en vino. Sin aditivos ni filtros.

El terruño de Sequerciani es perfecto para la plena maduración de las uvas de la empresa, el suelo es arcilloso calizo y las vides están situadas a 250 metros sobre el nivel del mar. Los días soleados se alternan con noches frescas y ventosas.

Son 12 hectáreas de viñedos, todos gestionados de forma ecológica y biodinámica, barridos por la brisa del mar que enriquece la uva con azúcares y ácidos. Se utilizan principalmente vides autóctonas de la zona, como Pugnitello, Ciliegiolo y Foglia Tonda, obviamente junto con las inevitables Sangiovese y Vermentino.

La vendimia es siempre manual, al igual que las fermentaciones son espontáneas utilizando levaduras autóctonas. Para refinamiento se utilizan ánforas de terracota y toneles de madera que no son de primer paso.

La intervención de los enólogos se limita, como siempre debe ser, a la observación y el respeto de los tiempos de la naturaleza; el resultado son vinos puros, raros, que hablan del territorio y de las personas que lo cuidan.