Primeiro Nome 2020 Miguel Louro

Primeiro Rosso 2020

Filosofía en viñedo

Primeiro Rosso 2020 nace en los viñedos soleados del Alentejo, donde el respeto por la tierra y el trabajo manual marcan cada vendimia. Las uvas Aragonez, Trincadeira y Alicante Bouschet se recolectan a mano a mediados de septiembre para garantizar la madurez perfecta y un equilibrio ideal entre frescura, fruta y estructura. Los suelos cálidos y bien drenados aportan uvas sanas y concentradas.

Enología y bodega

En bodega se mantiene un proceso limpio y preciso. La fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable para conservar la pureza varietal. Luego, el vino se cría durante 16 meses en barricas de roble francés de tercer uso, ganando complejidad y redondez sin enmascarar la esencia de cada variedad.

Nota de cata

De color rojo oscuro intenso, profundo y atractivo. En nariz muestra notas de bayas negras, con sutiles matices herbáceos y especiados. En boca es de cuerpo medio, con taninos firmes pero pulidos, buena frescura y final persistente.

Ficha técnica

• Uvas: 40% Aragonez, 30% Trincadeira, 30% Alicante Bouschet

• Región: Alentejo, Portugal

• Añada: 2020

• Color: Tinto

• Vendimia: Manual, mediados de septiembre

• Vinificación: Fermentación en acero inoxidable, crianza 16 meses en barricas de roble francés de tercer uso

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Miguel Louro

Un productor rebelde y visionario

Miguel Louro es el alma de Quinta do Mouro, una figura emblemática del vino portugués gracias a su personalidad rebelde, apasionada y a menudo irreverente. No es solo un viticultor, sino un hombre de mil facetas: ingeniero agrónomo de formación, ex dentista, coleccionista de objetos raros, jugador de póker y viajero curioso. Regresó a su tierra para dejar que su terruño hablara a través de vinos poco convencionales, auténticos y sin concesiones.

Filosofía de viñedo e identidad territorial

Nacido y criado entre las viñas familiares de Estremoz, Miguel defiende una viticultura honesta y respetuosa, basada en prácticas orgánicas y una gestión cuidadosa del suelo. Sus viñedos, plantados en 2010 sobre suelos de pizarra, expresan el carácter único del Alentejo: vinos frescos, equilibrados, de graduación alcohólica moderada y con fuerte identidad territorial. Su trabajo en campo busca uvas sanas y llenas de vida, capaces de contar la historia y el alma de estas colinas.

Enología: rigor y libertad

En la bodega, Miguel combina método e intuición. La vendimia es siempre manual, la uva se trabaja en lagares tradicionales o depósitos abiertos, con fermentaciones espontáneas gracias a levaduras autóctonas. Para la crianza, prefiere toneles rústicos portugueses y selectas barricas francesas, limitando al máximo las intervenciones para preservar la integridad de la fruta. Cada detalle sigue una regla no escrita: la libertad de crear un vino vivo, sin filtrar y jamás estandarizado.

Un autor auténtico

Miguel Louro se define como un verdadero viticultor, lejos de certificaciones y dogmas de mercado. Cree en un vino que provoque, despierte emociones e incluso irrite a quienes buscan solo comodidad. Sus vinos no quieren gustar a todos: quieren ser fieles a la tierra, a quien los hace y a quien los elige.