Meursault Genevrieres 2011 Mikulski

Meursault 1er Cru Les Genevrières 2011 – François Mikulski

Clase y precisión aromática desde uno de los climats más refinados de Meursault

Filosofía en el viñedo

Les Genevrières es un premier cru orientado al sureste, con suelos calizos profundos que aportan finura y tensión natural. Mikulski cultiva sus viñas con prácticas orgánicas no certificadas, centradas en el respeto por la vida del suelo y el equilibrio natural. En 2011, la cosecha temprana permitió conservar la acidez y la pureza aromática, dando como resultado un vino armónico y expresivo.

En la bodega

Fermentación espontánea con levaduras autóctonas, seguida de 12 meses en barricas de roble francés (20% nuevas) y 6 meses adicionales en acero inoxidable. Mikulski apuesta por la transparencia del terroir y la elegancia, evitando sobreextracciones o crianza excesiva. El resultado es un Meursault sutil y con gran capacidad de evolución.

Notas de cata

Amarillo dorado claro con reflejos verdosos.
Aromas de flores silvestres, ralladura de lima, pedernal y avellana fresca.
En boca es amplio pero tenso, con una acidez viva, estructura fina y un final largo, mineral y ligeramente tostado.

Ficha técnica

• Denominación: Meursault 1er Cru AOC

• Climat: Les Genevrières

• Añada: 2011

• Uva: 100% Chardonnay

• Suelo: caliza profunda, bien drenada

• Exposición: sureste

• Vinificación: fermentación espontánea en barrica

• Crianza: 12 meses en roble (20% nuevo) + 6 meses en acero inoxidable

• Producción: aprox. 2.500 botellas

• Sulfitos: mínimos, solo antes del embotellado

• Agricultura: orgánica no certificada

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Domaine François Mikulski

Elegancia natural y precisión borgoñona en Meursault

Ubicado en el corazón de Meursault, el Domaine François Mikulski es hoy uno de los nombres más respetados de la Côte de Beaune. Fundado a principios de los años 90, el domaine refleja la visión personal de François Mikulski: una mezcla de perfeccionismo silencioso y profundo respeto por el terroir de Borgoña.

Una filosofía vitícola que escucha la tierra

En los viñedos de Mikulski, cada intervención responde a un principio esencial: respetar la vida del suelo y la expresión de cada parcela. Las viñas —repartidas entre Meursault, Puligny, Volnay, Pommard y Monthélie— se cultivan con prácticas orgánicas (no certificadas por decisión propia), con labores suaves, poco uso de cobre y atención extrema a la salud vegetal. El objetivo no es intervenir, sino acompañar: François y su hijo Jules prefieren observar y adaptarse a cada añada.

En bodega: rigor y sobriedad

La vinificación sigue la misma lógica: discreta, precisa y sin artificios. Las fermentaciones son espontáneas, el bâtonnage escaso y el uso de barrica nueva muy contenido (rara vez más del 20%). Cada lieu-dit se vinifica por separado para preservar su carácter. Los vinos son ejemplos de pureza, frescura, verticalidad y precisión, alejados de toda exuberancia, hechos para quienes aprecian la finura.