Meursault Charmes VV 1913 2018 Mikulski

Meursault 1er Cru Charmes Vieilles Vignes 1913 – 2018

Más de un siglo de historia en un blanco profundo y vibrante

Filosofía en el viñedo

El climat Charmes ya es célebre por sí mismo, pero esta parcela tiene una historia especial: las viñas fueron plantadas en 1913, y siguen produciendo vinos extraordinarios. François Mikulski cultiva esta joya con prácticas orgánicas (no certificadas) y mínima intervención. En 2018, la añada cálida permitió una madurez completa y un equilibrio perfecto entre concentración y frescura.

En la bodega

El vino fermenta espontáneamente en barricas de roble (20% nuevas) y se cría durante 12 meses sobre lías, seguido de 6 meses en inoxidable para integrar. Es un Meursault de fuerza contenida, tensión mineral y gran capacidad de guarda.

Notas de cata

Color dorado intenso con reflejos topacio.
Aromas de frutas maduras, piel de naranja confitada, mantequilla salada, miel de acacia y pedernal.
En boca es denso, estructurado y salino, con un final muy largo y mineral.

Ficha técnica

• Denominación: Meursault 1er Cru AOC

• Climat: Charmes Vieilles Vignes

• Añada: 2018

• Uva: 100% Chardonnay

• Edad de las viñas: plantadas en 1913

• Suelo: arcillo-calcáreo profundo

• Exposición: sureste

• Vinificación: fermentación espontánea en barricas

• Crianza: 12 meses en roble (20% nuevo) + 6 meses en acero

• Levaduras: autóctonas

• Sulfitos: mínimos, solo antes del embotellado

• Agricultura: orgánica no certificada

• Producción: aprox. 1.800 botellas

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Domaine François Mikulski

Elegancia natural y precisión borgoñona en Meursault

Ubicado en el corazón de Meursault, el Domaine François Mikulski es hoy uno de los nombres más respetados de la Côte de Beaune. Fundado a principios de los años 90, el domaine refleja la visión personal de François Mikulski: una mezcla de perfeccionismo silencioso y profundo respeto por el terroir de Borgoña.

Una filosofía vitícola que escucha la tierra

En los viñedos de Mikulski, cada intervención responde a un principio esencial: respetar la vida del suelo y la expresión de cada parcela. Las viñas —repartidas entre Meursault, Puligny, Volnay, Pommard y Monthélie— se cultivan con prácticas orgánicas (no certificadas por decisión propia), con labores suaves, poco uso de cobre y atención extrema a la salud vegetal. El objetivo no es intervenir, sino acompañar: François y su hijo Jules prefieren observar y adaptarse a cada añada.

En bodega: rigor y sobriedad

La vinificación sigue la misma lógica: discreta, precisa y sin artificios. Las fermentaciones son espontáneas, el bâtonnage escaso y el uso de barrica nueva muy contenido (rara vez más del 20%). Cada lieu-dit se vinifica por separado para preservar su carácter. Los vinos son ejemplos de pureza, frescura, verticalidad y precisión, alejados de toda exuberancia, hechos para quienes aprecian la finura.