Glera 2018 Skerk

Glera – Skerk

El Karst reinterpreta la Glera

Olvídate del Prosecco. La Glera de Skerk es una versión radical y auténtica de esta variedad, nacida en los suelos calizos y severos del Carso de Trieste, donde el viento y la piedra mandan.

Las uvas proceden de viñas viejas cultivadas sin química, y fermentan de forma espontánea con una maceración corta con pieles, sin control de temperatura ni aditivos. El vino envejece en barricas grandes usadas y se embotella sin filtrar.

Es un blanco de personalidad intensa, con notas de hierbas secas, cáscara de cítricos, flores blancas y piedra mojada. Fresco, tenso, mineral: un vino que habla un lenguaje propio.

Ficha técnica

• Productor: Skerk

• Variedad: Glera

• Región: Carso triestino, Prepotto

• Vinificación: breve maceración, fermentación espontánea

• Crianza: barricas grandes usadas

• Filtrado: no

• Sulfitos añadidos: mínimos o nulos

• Producción: muy limitada

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Skerk – Vinos del Carso, entre roca y viento

Viñedos en el corazón del Carso

La bodega Skerk, dirigida por Sandi Skerk, se encuentra en Prepotto, Duino-Aurisina, en el Carso triestino, a pocos kilómetros de Eslovenia. Es un territorio duro, de suelos calcáreos, escasa agua, y gran oscilación térmica. Skerk cultiva sus viñas de forma natural, sin riego, buscando siempre el respeto máximo por el entorno.

Filosofía natural

Entre las variedades plantadas destacan Vitovska, Malvasía Istriana, Terrano, y algunas foráneas como Sauvignon o Refosco. Las uvas fermentan con sus pieles durante semanas, en toneles abiertos de roble, con levaduras autóctonas. Ningún uso de químicos, sin filtraciones. Los vinos se crían en barricas grandes en una cava natural escavada en piedra. El resultado son vinos profundos, salinos y auténticos.

Estilo personal y reconocible

Skerk es uno de los pioneros de los vinos blancos macerados en Italia. Sus vinos combinan materia y elegancia, sin perder tipicidad. Son vinos con alma del Carso, intensos, tensos, y únicos.