Cros Parantoux 1996 Meo Camuzet

Cros Parantoux 1996 – Méo-Camuzet

Elegancia vertical y precisión desde un terroir legendario

El Cros Parantoux 1996 de Méo-Camuzet es una expresión excepcional de uno de los viñedos más emblemáticos de la Côte de Nuits. Situado justo por encima de Richebourg, este lieu-dit es célebre por ofrecer Pinot Noir de gran tensión, mineralidad precisa y enorme longevidad. La añada 1996, fresca y tardía, potencia su carácter austero y refinado.

En el viñedo: concentración natural y fidelidad al terruño

Los suelos de Cros Parantoux son pobres, pedregosos y ricos en piedra caliza fracturada. La gestión del viñedo es minuciosa y respetuosa, con bajos rendimientos naturales y vendimia manual. En 1996, el clima fresco favoreció una maduración lenta, con acidez alta y equilibrio perfecto.

En bodega: extracción suave y crianza prolongada

La vinificación se realiza con levaduras autóctonas, mínima extracción y fermentación controlada, respetando la elegancia del vino. El envejecimiento tiene lugar en barricas de roble francés (50–70% nuevas) durante 18 a 20 meses.

Notas de cata

Color: rubí granate con reflejos teja por la evolución.
Nariz: cereza madura, té negro, sotobosque, especias, grafito y regaliz.
Boca: vibrante y precisa, con taninos finos, frescura salina y final largo y sabroso.

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Domaine Méo-Camuzet

El alma de Vosne-Romanée, entre tradición y precisión

Situado en el corazón de la Côte de Nuits, en Vosne-Romanée, el Domaine Méo-Camuzet es una de las bodegas más emblemáticas y refinadas de Borgoña. Su historia está ligada a la familia Camuzet y al legado de Henri Jayer, figura clave de la viticultura moderna. Hoy, bajo la dirección de Jean-Nicolas Méo, la bodega combina tradición borgoñona con un espíritu de precisión contemporánea, siempre enraizada en el viñedo.

Filosofía en el viñedo: equilibrio y autenticidad

El dominio cuenta con unas 17 hectáreas, que incluyen parcelas prestigiosas como Richebourg, Clos de Vougeot, Échezeaux, Corton, y numerosos Premier Cru y Village en Vosne, Nuits y Marsannay. La viticultura es sostenible y pragmática, sin certificaciones, pero con prácticas respetuosas y no intervencionistas.
Se trabaja la viña con cuidado: laboreo ligero, vendimia manual con selección estricta, y uso mínimo de productos de síntesis. El objetivo es expresar el terroir con fidelidad, no una estética superficial.

En bodega: elegancia sin ornamentos

La vinificación busca pureza y profundidad, con fermentaciones espontáneas, levaduras autóctonas y maceraciones suaves.
El uso de barricas nuevas es equilibrado (30-80 %), siempre con maderas finas y bien integradas. No se clarifican ni filtran los vinos. La crianza dura entre 15 y 20 meses, sobre lías finas, dejando que el tiempo construya complejidad.

Los vinos de Méo-Camuzet son refinados, longevos y de gran precisión aromática. Pinot Noir y Chardonnay encuentran aquí una expresión mineral, elegante y vibrante, fiel a su origen.