BLEU 2021

Origen y Filosofía de Producción

Bleu 2021 es un vino blanco del corazón de Andalucía, elaborado con uvas 100% Zalema cultivadas con respeto total por la naturaleza. Con una producción limitada de 1.500 botellas, representa exclusividad y autenticidad, reflejando la historia del territorio y la pasión por la viticultura artesanal.

Viñedos y Terreno

Los viñedos de Zalema ocupan unos 5 hectáreas en suelos calcareo-arcillosos, que aportan frescura y mineralidad. Con una edad media de 60 años, se cultivan de forma natural y ecológica, sin tratamientos sistémicos. La vendimia manual garantiza la selección de los mejores racimos, preservando la pureza de la fruta y la biodiversidad del viñedo.

Vinificación y Crianza

La vinificación sigue un proceso natural y preciso: fermentación espontánea en acero inoxidable con levaduras indígenas. El vino se cría durante 7 meses en barricas de roble francés, aportando complejidad y elegancia sin perder la frescura típica de la Zalema.

Notas de Cata

Bleu 2021 se presenta con un color amarillo pajizo brillante. En nariz muestra aromas de cítricos frescos, flores blancas y ligeros matices de frutos secos. En boca es armonioso y equilibrado, combinando acidez y mineralidad con una textura elegante y un final persistente, delicadamente amaderado.

Maridaje Gastronómico

Es un vino versátil ideal con pescados, mariscos, sushi, carnes blancas y primeros platos mediterráneos. También acompaña muy bien quesos frescos o semicurados, siendo un compañero perfecto para una cocina auténtica y refinada.

Ficha Técnica

• Región: Andalucía

• Variedad: 100% Zalema

• Denominación: Vino Blanco

• Superficie Viñedo: 5 ha

• Suelo: Calcareo-arcilloso

• Edad Media Viñas: 60 años

• Viticultura: Natural, ecológica

• Vendimia: Manual

• Vinificación: Fermentación espontánea en acero inoxidable

• Crianza: 7 meses en barricas de roble francés

• SO2 Añadida: No

• Producción: 1.500 botellas

• Temperatura de Servicio: 10–12°C

Garay – La voz auténtica de la Zalema

Historia y Orígenes

Mario Garay nació en una familia estrechamente vinculada al vino: su abuelo paterno era enólogo, mientras que la familia materna elaboraba vino desde generaciones. Originario de Cacabelos, en Castilla y León, Mario se trasladó a La Palma del Condado por amor. Allí decidió iniciar su propio proyecto, fundando Bodegas Garay en 2013.

Durante años entregó sus uvas a bodegas locales, pero al sentir que no eran capaces de valorarlas adecuadamente, optó por trabajar de forma independiente. Así nació una pequeña bodega artesanal, que hoy cuenta con unas 5 hectáreas de viñedo en expansión, y se distingue por su identidad única.

El Viñedo y la Filosofía

La gran protagonista es la Zalema, una variedad autóctona de uva blanca del occidente andaluz. El viñedo de Mario Garay es el primer viñedo de Zalema certificado en producción ecológica por el CAAE, un hito que refleja su compromiso con la naturaleza.

Los viñedos, con cepas de más de 50 años y algunas centenarias, se encuentran a 150 metros de altitud, sobre suelos arcillo-calcáreos de fertilidad media. Un terroir históricamente privilegiado para la viticultura, que Garay expresa en su máxima pureza.

La filosofía de Garay es clara: viticultura natural y mínima intervención. Los suelos permanecen cubiertos de vegetación espontánea para mantener la humedad y protegerlos de la erosión. No se aplican tratamientos sistémicos y todos los trabajos – poda, deshojado, vendimia – se realizan a mano.

Vinificación

La vendimia se efectúa entre finales de agosto y principios de septiembre, con uvas recolectadas manualmente en cajas de 20 kg. Tras una rigurosa selección, los racimos son despalillados y el prensado se realiza de forma manual con una pequeña prensa de roble, en un proceso totalmente artesanal.

El mosto flor fermenta de manera espontánea en depósitos de acero inoxidable con levaduras indígenas, conservando íntegro el carácter varietal de la Zalema.

Crianza

Según el estilo de vino que Mario Garay busque, la crianza sigue diferentes caminos:

• en barricas de roble americano o francés, para mayor complejidad;

• en ánforas no enterradas, que aportan pureza y frescura;

• o en oxidación bajo velo de flor, evocando la gran tradición vinícola andaluza.

De este modo, Garay consigue mostrar todas las facetas de la Zalema, desde su lado más elegante y mineral hasta su expresión más profunda y oxidativa.